La vida es una montaña rusa de medallas y arañazos, donde cada paso que damos puede ser un desafío o una oportunidad.
He aprendido que lo importante no es evitar las caídas, sino tener la fuerza y la determinación para levantarme de nuevo y seguir avanzando.
A lo largo de mi camino, he descubierto que la motivación es efímera, por lo que no permito que mis acciones dependan de ella.
En su lugar, me enfoco en mantener hábitos fuertes y sostenibles que me ayuden a avanzar en la dirección de mis objetivos.
Trato de mantener sistemas para alcanzar estos objetivos, en lugar de enfocarme en un punto concreto al que llegar, y dedico la mayoría de mis esfuerzos a diseñar estos sistemas para avanzar en esa dirección.
La vida no siempre es fácil. Perdí a mis padres y a mi hermano a una edad muy temprana, lo que me dejó algo perdido y decepcionado con la vida. Pero en lugar de hundirme, he luchado por superarlo y seguir adelante.
He aprendido a vivir en el presente y disfrutar cada momento, sin aferrarme al pasado ni preocuparme por el futuro.
Trato de comunicarme cada vez mejor, escuchar y entender las emociones de los demás.
He aprendido a controlar mi ego y a no dejar que la ira, el orgullo o la venganza me dominen. Y he aprendido a valorar la perspectiva y a utilizarla para valorar todo lo que me rodea.
Soy un gran defensor de la disciplina y la madurez, y creo que cuidar mi cuerpo es una de las mejores formas de respetarme a mí mismo. Por eso, trato de mantener la disciplina para estar lo más sano posible.
Sé que no soy perfecto y que aún tengo mucho que aprender, pero estoy comprometido a seguir adelante, a aprender de mis errores y a celebrar mis logros.
Creo en la ambición y en la pasión como compañeras de carrera, y me esfuerzo por mantener mi hambre siempre encendida.
Siempre trato de estar abierto al cambio y al crecimiento, ya que creo que siempre hay algo nuevo por descubrir y por aprender. Siempre busco habilidades compatibles con diferentes disciplinas, porque lo transversal es multiplicador.
Creo que vida es un viaje emocionante, lleno de altibajos, y que el éxito es el resultado de una combinación de trabajo duro, pasión y perseverancia.
Siempre busco nuevas oportunidades para aprender, crecer y mejorar, y no me rindo ante los desafíos que se presentan en mi camino.
Mi filosofía de vida se basa en mantener una actitud positiva, ser disciplinado y perseverante, valorar a los demás, cuidar mi cuerpo y mente y mantener viva mi pasión por la vida.
Soy un firme creyente de que todos podemos lograr nuestros sueños si nos esforzamos lo suficiente y nos mantenemos enfocados en nuestras metas, pero siempre recordando disfrutar el camino.
Cada pequeño paso cuenta, cada pequeña victoria es un logro en sí misma.
Manuel Gijón Gómez